Para ningún neoyorquino con suficientes años a su espalda es sorprendente ver una rata que podría comerse a cuatro Remy, el protagonista roedor de Ratatouille. El filme de Pixar es un gag habitual entre quienes suben vídeos de sus encuentros con ratas en los lugares más insospechados. Uno de los videos favoritos lo subió hace unos años Subway Creatures, una cuenta de Instagram que comparte imágenes disparatadas de la vida en el metro neoyorquino. En ese clip, aparecía una rata intentando escalar por una de las barras del vagón. Nadie sabe a dónde quería llegar. Lo que está claro es que las ratas de Nueva York llegan a cualquier lado.

Tiempo atrás, las autoridades locales de NY habían implementado un paquete de medidas a fin de conseguir reducir la cantidad de los roedores que merodean por la gran ciudad. Sin embargo, tras décadas de poco éxito, decidieron dar un giro en la estrategia y contratar a alguien especialista en la materia y que pueda tomar las riendas de la situación.

La pandemia agravó la crisis de ratas en Nueva York. La popularidad de las terrazas ha supuesto la salvación de restaurantes pequeños que añadieron mesas en aceras y arcenes para devolver una vida que se creía perdida en muchas calles de la ciudad. Pero esas terrazas también han añadido suciedad a Nueva York. Es habitual encontrarse casetas de restaurantes sobre cuyas fachadas hay apoyadas montones de bolsas de basura. El resultado es un festín para las ratas. 

El problema de las ratas en Nueva York ha dejado de ser solo una molestia o un problema de imagen urbana, dado que ya se volvió un verdadero problema de salud pública. Estos roedores son portadores de numerosas enfermedades que pueden ser peligrosas para los seres humanos como el Síndrome Pulmonar por Hantavirus (SPH), leptospirosis, coriomeningitis linfocítica, peste y tifus.

Entre las múltiples estampas típicas de Nueva York, un elemento característico que todos los que fueron probablemente vieron, pero que pocos se atreven a mencionar, son las ratas. Conforman una plaga urbana que ya es parte de la vida cotidiana en la ciudad. No obstante, las autoridades parecen estar determinadas a poner fin a este mal y se lanzaron a la búsqueda de una persona valiente para encabezar su más reciente plan. En las formalidades de la oportunidad, se requiere que los interesados en esta oferta demuestren habilidades como planificación urbana, gestión de proyectos o administración pública, pero sobre todo, enfatizaron, debe estar “altamente motivado y algo sediento de sangre”.

El rango de sueldo para este trabajo parte de los US$120.000 y podría alcanzar hasta los US$170.000 anuales en caso de contar con lo necesario. Para postular, hay que llenar un formulario en el sitio oficial de la Oficina del alcalde de Nueva York con los datos personales y esperar la respuesta vía correo electrónico.

El llamado “Zar de las ratas” de Nueva York deberá ser capaz de analizar todas las soluciones posibles ante el problema de los roedores, incluyendo la eficiencia operativa, la recopilación de datos, la innovación tecnológica, la gestión de basura y el sacrificio al por mayor.

“Si usted tiene el espíritu, la determinación y el instinto asesino necesarios para luchar contra la implacable población de ratas de Nueva York, entonces el trabajo de sus sueños lo espera”, escribió en su cuenta de Twitter el alcalde de la ciudad, Eric Adams.

Más allá del tinte humorístico que el organismo estatal le dio a la convocatoria, se trata de una oferta de empleo con un amplio abanico de requisitos. Entre ellos, el Ejecutivo local pide a los posibles candidatos un título universitario, experiencia profesional de entre cinco y ocho años en planificación urbana y gestión de proyectos o gobierno, tres referencias y conocimientos de Microsoft Word, Excel y PowerPoint.

A todas estas formalidades se le suman las particulares aptitudes como “actitud bravucona, sentido del humor y un aura general de tipo duro”, que caracterizarán la gestión del futuro funcionario

Esta iniciativa de Adams forma parte de los esfuerzos de la administración local por hacer frente al problema de las ratas que, según varios informes, se vio empeorado desde 2020, con el inicio de la pandemia del coronavirus.

Para ello, apeló a la difusión de videos en redes sociales y al humor como nueva estrategia para la concientización ciudadana y la difusión de las medidas que pueden ayudar a mitigar los efectos de la plaga.

En ese sentido, esta semana el Ejecutivo neoyorquino anunció la venta de una remera con la ilustración de una caricatura de un roedor que huye despavorido bajo el lema “Las ratas no gobiernan la ciudad, nosotros lo hacemos”.

La rueda de prensa de Jessica Tisch representó una nueva ocasión para que los escritores de discursos del Ayuntamiento se luciesen. Pero al menos ya ha puesto estrategias que difieren de otras empresas que han intentado acabar con las ratas de Nueva York en el pasado.